Equilibrando maternidad y carrera profesional

Como madre de tres hijos y profesional en el mundo digital, he aprendido que encontrar el equilibrio entre la maternidad y la carrera profesional es un desafío constante. No existe una fórmula mágica, pero sí estrategias que pueden hacer este camino más llevadero.
El mito del equilibrio perfecto
Lo primero que debemos entender es que el "equilibrio perfecto" es un mito. Habrá días en los que nuestra atención estará más enfocada en nuestros hijos, y otros en los que nuestro trabajo requerirá más de nosotras. Y eso está bien.
La clave no está en dividir nuestro tiempo de manera exactamente igual entre todas nuestras responsabilidades, sino en estar presentes y enfocadas en lo que estamos haciendo en cada momento.
No se trata de hacer todo perfectamente, sino de hacer lo mejor que podemos en cada situación.
Estrategias que funcionan
A lo largo de los años, he desarrollado algunas estrategias que me han ayudado a mantener mi cordura mientras navego por las aguas de la maternidad y el desarrollo profesional:
- Establece límites claros: Define horarios específicos para el trabajo y para la familia, y respétalos tanto como sea posible.
- Delega y pide ayuda: No tienes que hacerlo todo sola. Aprende a delegar tareas tanto en casa como en el trabajo.
- Prioriza: No todas las tareas tienen la misma importancia. Aprende a identificar lo que realmente importa.
- Cuida de ti misma: No puedes dar de lo que no tienes. Asegúrate de reservar tiempo para tu autocuidado.
La culpa: nuestra peor enemiga
La culpa es quizás el sentimiento más común entre las madres que trabajan. Nos sentimos culpables cuando estamos trabajando porque no estamos con nuestros hijos, y nos sentimos culpables cuando estamos con nuestros hijos porque no estamos trabajando.
Es importante recordar que al perseguir nuestras pasiones y metas profesionales, estamos siendo un ejemplo para nuestros hijos. Les estamos enseñando sobre perseverancia, pasión y la importancia de seguir sus sueños.
Conclusión
El equilibrio entre la maternidad y la carrera profesional es un viaje, no un destino. Es un proceso de aprendizaje continuo, de ajustes constantes y de mucha paciencia con nosotras mismas.
Recuerda que no existe la madre perfecta ni la profesional perfecta, pero puedes ser una madre y una profesional feliz y realizada. Y eso, al final del día, es lo que realmente importa.

Carina Deglaue
Mamá de 3 hijos, creadora de contenido y diseñadora gráfica. Apasionada por compartir experiencias reales sobre maternidad y vida profesional.
¿Te gustó este artículo? Compártelo: